Consejos de diseño de interiores para mejorar la ergonomía en la oficina

La ergonomía es una disciplina que busca adaptar los espacios y los objetos a las características físicas y psicológicas de las personas que los usan, con el fin de crear entornos que favorezcan su bienestar, seguridad y productividad. La ergonomía es especialmente importante en el ámbito laboral, donde pasamos muchas horas realizando tareas que pueden afectar a nuestra salud si no contamos con las condiciones adecuadas.

El diseño de interiores juega un papel clave en la ergonomía de la oficina, ya que influye en aspectos como la iluminación, la distribución, el mobiliario, el color y la decoración; estos elementos pueden mejorar o empeorar nuestra postura, nuestra visión, nuestro estado de ánimo y nuestra concentración. Por eso, es fundamental tener en cuenta algunos consejos de diseño de interiores para mejorar la ergonomía en la oficina y crear un espacio cómodo, funcional y saludable.

1. Elegir una silla adecuada

La silla es uno de los elementos más relevantes para la ergonomía en la oficina, ya que es donde pasamos la mayor parte del tiempo sentados, si no es bien seleccionada puede provocar dolores de espalda, cuello, hombros y muñecas, así como problemas circulatorios y fatiga. Por el contrario, una silla adecuada puede prevenir estas molestias y favorecer una postura correcta.

Para elegir una silla ergonómica debés tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Debés contar con un respaldo que brinde soporte a las curvas de la columna vertebral y que se pueda ajustar en altura e inclinación.
• Tener una altura regulable que permita apoyar los pies en el suelo o en un descansa pies y que los muslos queden paralelos al piso.
• Disponer de reposabrazos que se puedan adaptar a la altura de los codos y que permitan relajar los hombros.
• Tener un asiento acolchado y con bordes redondeados que no presionen las piernas ni dificulten la circulación.
• Contar con un mecanismo de giro y ruedas que faciliten el movimiento y el acceso a los objetos.

2. Ajustar el escritorio a tu medida

El escritorio es otro elemento esencial para la ergonomía en la oficina, ya que es donde colocamos la computadora, el teclado, el mouse y otros equipos de trabajo. Un escritorio mal ajustado puede provocar tensión en los brazos, las muñecas, los ojos y el cuello, así como dificultar el acceso a los objetos.

Para ajustar el escritorio a tu medida debés tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Tener una altura adecuada que permita apoyar los antebrazos sobre el mismo sin levantar los hombros ni flexionar excesivamente las muñecas.
• Contar con suficiente espacio debajo del escritorio para las rodillas, los muslos y los pies, sin obstáculos que impidan el movimiento.
• Colocar el monitor directamente frente a vos a una distancia aproximada de un brazo y a una altura que te permita mirarlo sin forzar el cuello ni los ojos.
• Colocar el teclado y el mouse al alcance de la mano y sobre la misma superficie que el monitor, manteniendo las muñecas rectas y los codos cerca del cuerpo.
• Mantener los objetos más utilizados cerca del cuerpo para evitar estiramientos innecesarios.

3. Cuidar la iluminación

La iluminación es otro factor importante para la ergonomía en la oficina, ya que influye en nuestra visión, nuestro estado de ánimo y nuestra productividad. Una iluminación deficiente puede provocar fatiga visual, dolor de cabeza, estrés y depresión; por el contrario, una iluminación adecuada puede mejorar nuestra concentración, nuestra creatividad y nuestro bienestar.

Para cuidar la iluminación debés tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Aprovechar al máximo la luz natural, colocando el escritorio cerca de una ventana y evitando los reflejos en el monitor.
• Complementar la luz natural con una iluminación artificial que sea uniforme, suficiente y regulable, evitando los contrastes y las sombras
• Utilizar una lámpara de escritorio que proporcione una luz focalizada y dirigida hacia el área de trabajo, sin deslumbrar ni generar calor.
• Debés elegir bombillos de bajo consumo, luz blanca o neutra, nunca cálida para el área de trabajo, ésta se recomienda para las zonas comunes, salas de estar o de descanso.

4. Seleccionar los colores adecuados

Los colores también tienen un impacto en la ergonomía de la oficina, ya que afectan nuestra percepción del espacio, nuestra sensación térmica y nuestra emoción. Los colores pueden estimular o relajar nuestra mente, influir en nuestro ánimo y transmitir diferentes mensajes.

Para elegir los colores adecuados debés tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Podés optar por colores claros y neutros para las paredes, el techo y el suelo, que aporten luminosidad, amplitud y limpieza al espacio.
• Incorporar toques de color en los muebles, los textiles y los accesorios, que aporten textura, calidez, contraste y dinamismo al espacio.
• Debés elegir colores según el efecto que estés buscanco conseguir: los colores cálidos como el rojo, el naranja o el amarillo son energizantes, estimulantes y creativos; los colores fríos como el azul, el verde o el violeta son relajantes, tranquilizantes y concentrados; los colores neutros como el blanco, el gris o el beige son equilibrados, elegantes y versátiles, además de ser atemporales y combinables tanto con paletas de color cálidas como frías.

5. Decorar con estilo y funcionalidad

La decoración es otro aspecto que puede mejorar la ergonomía en la oficina, ya que aporta confort, belleza y practicidad al espacio, asimismo, contribuye a reflejar nuestros gustos y valores, así como facilitar nuestro trabajo y mejorar nuestro ambiente; los accesorios decorativos seleccionados de la forma correcta contribuyen a contar nuestra propia historia, y es por esto que personalizan cualquier espacio.

Para decorar con estilo y funcionalidad debés tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Colocar elementos que te inspiren, te motiven y te hagan sentir bien, como fotografías, cuadros, plantas, colecciones o recuerdos.
• Podés organizar el espacio con elementos que te ayuden a ordenar, clasificar y almacenar tus materiales de trabajo, como estanterías, cajones o archivadores.
• Incorporar elementos que te aporten comodidad, calidez y bienestar, como alfombras, almohadones o mantas.
• Evitar elementos que te distraigan, te estresen o te ocupen demasiado espacio e incluso atención innecesaria.

Conclusión

El diseño de interiores es un factor clave para la ergonomía en la oficina, ya que puede mejorar nuestra salud, nuestro rendimiento y nuestra satisfacción laboral. Para crear un espacio ergonómico debés tener en cuenta aspectos como el mobiliario, la iluminación, el color y la decoración, y adaptarlos a nuestras necesidades y preferencias. Así, lograrás un ambiente cómodo, funcional y saludable que te hará sentir mejor y trabajar mejor.

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